viernes, 24 de abril de 2009

¿POR QUÉ NO LOGRARÁ TAMPOCO EL SR. AL GORE FRENAR EL PROGRESIVO EMPEORAMIENTO DE LA TIERRA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

¿POR QUÉ NO LOGRARÁ TAMPOCO EL SR. AL GORE FRENAR EL PROGRESIVO EMPEORAMIENTO DE LA TIERRA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

La causa que el problema del Cambio Climático ha llegado a niveles tan graves que hace peligrar ya nuestra subsistencia es que el único organismo oficial, las Naciones Unidas, que desde hace 35 años que en sus conferencias mundiales tratan nuestros nuevos tipos de males que han empezado a manifestarse desde la Revolución Industrial, y con más aceleración desde mediados del pasado siglo, han aceptado estos males, no como efectos de una causa común y tratar éstas, sino tal y como se ha presentado cada mal, tratándolo cada uno directamente y sin relacionarlos con una causa fundamental pero desconocida por ellos.

Debido a este erróneo enfoque en las que se basan aún los programas de las conferencias de las Naciones Unidas sobre nuestros innumerables e interrelacionados males, este organismo, sin saberlo, ha caído en un error similar a la de un mal médico quien intenta curar los manifestados efectos de un enfermo con una enfermedad infecciosa sin saber la existencia de la infección.

Como los negativos resultados de este erróneo enfoque del problema, generalmente no se manifiestan inmediatamente en un principio, sólo algunas personas más preocupadas por nuestro futuro descubren, cuyos avisos quedan ignorados hasta que estos males no llegan a manifestarse con tanta fuerza, que no cuesta nada para que todo el mundo pueda reconocerlos.

Este hecho de que nuestros nuevos tipos de males (antinatural y desenfrenada expansión demográfica, antinatural crecimiento del consumo de energía del hombre contemporáneo, la fiebre de las migraciones desde las pequeñas poblaciones rurales y ciudades comarcales hacia nuestras grandes ciudades, convirtiendo éstas en enormes y caóticas Metro y Megaciudades e indefinidas y deshumanizadas Conurbaciones, etc.) no han aparecido al azar, sino que son consecuencia de una causa común y que ésta es la errónea conducta y actividades del hombre contemporáneo que yo anuncié en mis artículos “Causa y solución del enorme aumento de la población del mundo” y “artículo dirigido a las Inteligencias Inquietas” publicados ambos en la revista ARQUITECTURA del C.O.A.M., y el primero de ellos también en el periódico ABC., ya en los últimos años algunos hombres importantes han reconocido, incluso alguien ha dicho en una de las últimas conferencias de las Naciones Unidas ... que “Si todos en el mundo vivieran como una persona promedio de los países con altos ingresos, necesitaríamos 2,6 planetas adicionales para mantenernos a todos vivos”

Desgraciadamente, en nuestro mundo despreocupado e insensible incluso hacia estos peligros reales, bajo cuya sombra vivimos, estos avisos han quedado como una noticia más, olvidados después de 3 días.

Empero, como de este peligroso acontecimiento demostrado ya con hechos indiscutibles por los científicos y especialistas sobre el tema, recogiendo y manejando estos hechos se pueden sacar grandes beneficios económicos, un hombre con un olfato de negocio y conocido mundialmente en el campo de la política y con capital suficiente como el Sr. Al Gore para presentar a través de nuestros sofisticados medios (películas, videos, Internet, televisión, prensa, etc.) los resultados negativos causados por el hombre contemporáneo para el medio ambiente de la Naturaleza de nuestro planeta, ha logrado con sus inversiones, al menos llamar la atención y concienciar el peligro real que este acontecimiento nos significa.

Empero, como el simple reconocimiento de que la causa de este mal (sin relacionarlo con los otros muchos males) es el hombre y no demostrar el por qué ha podido ocurrir esta errónea conducta y actividades del hombre justamente en nuestros tiempos (puesto que ninguno de estos manifestados males existían durante la época del Renacimiento, siendo el hombre como especie el mismo tipo) no es suficiente, sino para encontrar la verdadera solución necesitada faltaría conocer la naturaleza real de la especie humana.

Este conocimiento, como está relacionado con la Verdad sobre la Existencia del Mundo, que es una cuestión filosófica y que exige una entrega más profunda que nuestros políticos u hombres que ocupan cargos importantes pueden dedicar a la falta de este conocimiento sus consejos sobre la necesitada solución no llegan a ser más que unas improvisaciones precipitadas como los diez consejos del Sr. Al Gore, que pregona 10 sencillos gestos individuales que según él pueden cambiar el destino fatal del mundo: “usar bombillas de bajo consumo, conducir menos, reciclar más, revisar los neumáticos, usar menos agua caliente, ajustar el termostato, plantar un árbol y desenchufar los aparatos eléctricos”.

Al no descubrir por estos hombres que la conducta del hombre no es constante ni preestablecida como la de los animales, sino que depende del estado psicosomático de su naturaleza especial humana, que define su “filosofía del mundo y de la vida” y su jerarquía de valores, y es lo que dirige el tipo de su conducta y actividades y que mientras se mantenga este estado nada puede cambiar su tipo de conducta, esta es la causa de sus errores al pensar que con buenas palabras o con distintos tipos de castigos, podría cambiarse sus convencimientos.

Además, si comparamos los ahorros que se generan con estos consejos, con el otro mal que está relacionado con este problema, el antinatural crecimiento de la población del mundo que hoy, con sus 6.600 millones, es 33 veces más que la que existía en la época de Jesucristo, que multiplicándolo por el también antinatural crecimiento del consumo de energía del hombre contemporáneo, que la media, extendida por toda la población del mundo se estima que hoy, debido a nuestra extremadamente materialista “filosofía del mundo y de la vida”, es 3-4 veces mayor de lo normal y que tenía el hombre en la época de Jesucristo, multiplicando estos dos factores significaría 33 x (3-4)= 99-132 veces más consumo de energía que el que existía en la época de Jesucristo en el mismo tamaño de nuestro planeta, pero si tomamos en consideración de que estos dos acontecimientos negativos no han llegado aún a su techo, sino que según las estimaciones de las Naciones Unidas, la población del mundo hasta el año 2050 va a continuar creciendo a un ritmo de 80-90 millones de personas al año, llegando a la cantidad de 9.600 millones, y el consumo de energía de los hombres se extenderá también por los países económicamente emergentes como Indonesia, China, India, México, Brasil y buena parte de África, cuyo resultado podría ser una media de consumo de energía por persona de 4-5 veces mayor de lo normal, lo que multiplicado por el aumento de la población del mundo que será 46 veces más de la que existía en la época de Jesucristo nos dará, 46 x (4-5)= 192-240, que será prácticamente el doble de consumo de energía que el que actualmente tenemos, y que tenemos que producir en los próximos 41 años que tenemos hasta el año 2050, que además tendría que ser energía limpia, creo que no faltará ninguna demostración de que este requisito con ningún tipo de ahorro podríamos satisfacer

Disminuir esta enorme cantidad de energía con uso de bombillas de bajo consumo y con los otros consejos del Sr. Al Gore, no sólo nos demuestra su falta de conocimiento de la causa real de nuestros innumerable e interrelacionados males, sino que aceptando su enfoque para tratar estos males y problemas, desviaríamos por un equivocado mal camino nuestra búsqueda e investigaciones, autoengañándonos con los insignificantes resultados obtenidos con sus improvisados consejos, perdiendo con ello el muy necesitado tiempo para encontrar la verdadera y necesitada solución que podría salvarnos de una destrucción planetaria.

Reconociendo estos hechos, y aceptando que nuestros innumerables e interrelacionados males no han nacido por azar, sino que son los efectos de una causa común, y que esta causa es la conducta errónea del hombre contemporáneo, y apoyándonos en el conocimiento de la historia de la conducta y actividades del hombre que nos demuestra que su conducta no es constante ni preestablecida sino que depende del estado psicosomático de su naturaleza especial humana y que sólo puede obtener su perfección humana cuando logra establecer el perfecto equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza de la que está compuesta, y que existía en la época Clásica de la antigua Cultura de Grecia y en la época del Renacimiento de nuestra Cultura Cristiana, cuando no tenía el hombre dificultades de adaptarse con su conducta y actividades a las Leyes de la Naturaleza y evitar con ello crear daños a la perfecta evolución y desarrollo de nuestro Mundo Manifestado, al no encontrarnos en este privilegiado estado de nuestra naturaleza, para eliminar nuestros males, entre los que el cambio climático es sólo uno de ellos, lo que tenemos que hacer es buscar la posibilidad de restablecer el perfecto equilibrio entre la parte espiritual e instintiva de nuestra naturaleza especial humana.

Para obtener este objetivo me refiero a mis otros muchos ensayos inéditos sobre el tema, que cuando nuestras sociedades se interesen por su contenido con mucho deseo presentaré.

Madrid, 20 de Abril de 2009
Ferenc Z. Lantos

2 comentarios:

  1. El "mérito" del Sr. Gore ha sido conseguir encandilar a unos cuantos gobernantes para que inviertan en su campaña mediática. No es un proposito humanista, es puro comercio. Si el futuro de los monopolios es el control del agua, de los alimentos y de las industrias medioambientales, el Sr. Gore está tomando posiciones aventajadas, como otros han hecho con los transgénicos y Aguas de Barcelona aquí en España con el agua.

    Espero que el Sr. Lantos despierte conciencias y abra los ojos a quienes aún les queda algo de poder para frenar la monopolización de la supervivencia en el planeta.

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  2. La Catedral de Notre-Sun
    El florecimiento de la tecnología solar
    Por Ian MCEwan

    Según las cuentas de los expertos, alcanzaremos el tope de la extracción de petróleo en unos cinco años. Incluso si no nos preocupa mucho el cambio climático, necesitaremos buscar alternativas para hacer funcionar nuestra civilización. Espero vivir para ser testigo del florecimiento total de la tecnología solar, que se está desarrollando a un paso excitante con el ingreso de la nanotecnología y la fotosíntesis artificial. Tengo la esperanza de que los arquitectos desarrollen complejos magníficos y torres solares capaces de expresar nuestras aspiraciones, como alguna vez lo hicieron las catedrales medievales.

    El inglés Ian McEwan es escritor.

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