martes, 2 de junio de 2009

UNA VERDAD ATERRADORA, CUYA GRAVEDAD, SI EL SR. AL GORE LA HUBIERA PODIDO CONCEBIR, NO SE ATREVERÍA NI A EXPONERLA

Para percibir la real magnitud de nuestros males, surgidos desde la Revolución Industrial, y el grave peligro que esto significa para nuestra vida y de nuestro futuro, tendríamos que tratar estos no separadamente y sin relacionarlos con una Causa común, como están haciendo las Naciones Unidas en sus Conferencias Mundiales, porque aunando sólo tres de estos males queda demostrado la imposibilidad de encontrar la solución para eliminarlos y abrir un nuevo camino para la salvación de nuestras civilizaciones.

1/ La antinatural y desenfrenada expansión demográfica

La población del mundo en la época de Jesucristo era de.…………………………200 millones de hab.
En el año 1400 (Edad Media) para aumentar con 100 millones se tardó 700 años=……..400 m. de hab.
Entre 1400-1800 (Renacimiento) “ “ se tardó 100 años=……..800 m. de hab.
Entre 1800-1900 (Rev. Industrial) “ “ se tardó 12,8 años=…...1.600 m. de hab.
Entre 1900-1960 (Rev. Industrial) “ “ se tardó 3,7 años=……3.200 m. de hab.
Entre 1960-2000 (Rev. Industrial) “ “ se tardó 1,25 años=…...6.400 m. de hab.
Entre 2000-2050 (se estima que continuará aumentando llegando a la cifra de)=……..9.400 m. de hab.

Este cuadro nos enseña dramáticamente el antinatural y enfermizo crecimiento de este fenómeno, demostrando que es la causa principal de nuestros problemas.

2/ El antinatural crecimiento del consumo de energía del hombre contemporáneo

Sus consecuencias las enseña el Sr. Al Gore en su película “Una verdad incómoda”, que aunque es muy dramática, pero si añadimos a esto los cambios que se están produciendo y se producirán imparablemente durante los próximos 42 años, a saber: se aumentará la población del mundo con 3.000 millones de personas y se extenderá el consumo de energía de los países desarrollados a Indonesia, China, India, México y países de África y América del Sur. Este consumo sería como mínimo el doble que existe hoy, demostrando que el Sr. Al Gore ha sido corto en asustarnos en su película.

3/ Las migraciones y el desastroso desarrollo de nuestros asentamientos humanos (ciudades y poblados)

Hasta principios del siglo pasado, sólo el 20% de la población mundial vivía en ciudades y ninguna de éstas pasaba de 1.000.000 de habitantes, manteniendo cada una un tamaño definido, una estructura clara y ordenada, una distribución funcional y una forma expresiva y bella en perfecta armonía con su medio ambiente.

Esta proporción hoy, cuando la población del mundo ya es 6.600 millones se ha cambiado por la del 50% o sea 3.300 millones de personas viven en ciudades, entre las que se encuentran 30 Metro-Megaciudades e indefinidas Conurbaciones entre 5 y 20 millones de habitantes y con una extensión de 60-80 km. de diámetro, dentro de las que se han fusionado, de manera caótica, 40-60 ciudades y poblados. Empero, estos desastrosos desarrollos, dentro de los que impera el caos, insoportables ruidos, todo tipo de contaminaciones, fealdades, inseguridad ciudadana, robos, crímenes y nuevos tipos de enfermedades incurables, etc., y a pesar de las muy negativas experiencias obtenidas en estas monstruosas aglomeraciones, los hombres de nuestras sociedades quedan indiferentes ante la noticia de que esta tendencia suicida continuará, estimándose que para el año 2050 el 70% de la población mundial o sea 6.580 millones de personas vivirán en un “mundo urbanizado”, que sería como el doble de lo que tenemos hoy, y que lo tendríamos que construir durante estos 42 años que nos quedan hasta el año 2050, estando demostrado a gritos de que resolver estos problemas con los enfoques y criterios en los que se basan las investigaciones de las Naciones Unidas y otras entidades que tratan estos temas será irrealizable y su continua aplicación llevaría a nuestras civilizaciones a su destrucción irreparable.

No obstante, reconociendo ya que estos males no se han presentado al azar sino que son manifestaciones de una Causa común, y que en este caso es la naturaleza única y especial del hombre, cuya conducta no es preestablecida e invariable, como la de los otros seres animados (animales) por debajo de su nivel, sino que, dependiendo del estado psicosomático de su naturaleza él obtiene su “filosofía del mundo y de la vida”, que define su jerarquía de valores y que guía su conducta y actividades.

Aprendemos de la historia de la conducta y actividades del hombre, que estando su naturaleza compuesta de espíritu e instinto, él tenía tres posibilidades de elegir su vida; puede sobrevalorar la parte espiritual a costa de la parte instintiva de su naturaleza y tener una “filosofía excesivamente espiritual”, cosa que existía en la época de la Edad Media de nuestra cultura Cristiana; hacer lo contrario y tener una extremadamente materialista “filosofía del mundo y de la vida”, que se ha extendido desde la Revolución Industrial entre todas las civilizaciones de hoy en día; o puede prestar la misma atención a ambas partes de su naturaleza y establecer el justo equilibrio entre la parte espiritual y la instintiva de su naturaleza especial humana y obtener su perfecta “filosofía del mundo y de la vida”, situación que existió en la época del Renacimiento de nuestra cultura Cristiana.

Estos ejemplos nos demuestran que en los dos primeros casos, como consecuencia de estas erróneas “filosofía del mundo y de la vida” y de la pérdida del perfecto estado psicosomático de la naturaleza de la especie humana, han nacido distintos tipos de males, que en el primer caso sólo se lograron eliminar estableciendo el justo equilibrio perdido entre la parte espiritual e instintiva de su naturaleza psicosomática, que se realizó por un lento proceso evolutivo, llegando a su culminación en la época del Renacimiento, cuando el hombre, al recuperar su única y real naturaleza, ha perdido su libertad de equivocarse y no le costaba nada adaptarse con su conducta, como lo hacen los otros seres animados (animales) a las Leyes de la Naturaleza y restablecer con ello el ordenado y armonioso desarrollo de nuestro Mundo Manifestado, asegurando así el bienestar de todos sus componentes, a los seres animados ( animales y vegetales) y nuestra propia felicidad.

Basado en estos hechos, para salvar nuestras civilizaciones de su destrucción, sabiendo que la Causa de todos nuestros males es nuestra extremadamente materialista “filosofía del mundo y de la vida” y el degenerado estado de nuestra naturaleza psicosomática y la única solución es la recuperación de la justa “filosofía del mundo y de la vida” y el perfecto estado psicosomático de nuestra naturaleza especial humana, ya sabemos el objetivo de nuestra investigación, pero el problema es que si incluso hubieran aceptado los hombres de nuestras sociedades este enfoque de nuestros problemas, tuviéramos o no tiempo para, ante el avanzado grado de nuestros males, realizar este necesitado cambio por medio de un camino pacífico y evolutivo, o al no poder parar ya este proceso destructivo, esto se realice de una manera destructiva y revolucionaria, cuando los supervivientes aceptarán esta necesitada idea que se elaborará durante este período de transición, y que abrirá un nuevo camino para ellos y para las nuevas generaciones.

Madrid, 11 de Mayo de 2009
Ferenc Z. Lantos